Estoy especialmente orgulloso de este plato. No solo por su sencillez, que también, sino por el efecto que ha causado a nivel visual.
Aunque es un reto, van a ser, dos. El plato y las variaciones posibles.
Si buscáis, o pincháis aquí (si recuerdo poner el link), tendréis la receta del salmorejo; pero podéis sustituirlo por una sopa de tomate, o una mayonesa mezclada con mostaza en grano, o... imaginación al poder.
Ingredientes
Espárragos blancos, naturales
Jamón serrano, ibérico
Melón
Salmorejo
Podemos hacer muchas variantes. Los espárragos pueden ser de lata, pero... nada que ver.
En vez de jamón serrano, Jamón York, o lacón, por ejemplo.
El melón, puede ser divertido colocar de varios tipos. Unos filetes muy finos, uno encima de otro, para que las cortezas o incluso las texturas de su pulpa, hagan contrastes.
Limpiamos los espárragos. La primera piel, tal y como veis en la imagen, con un pelador. Dejando un trozo hasta la yema, quitamos la piel en todo su contorno.
Cortamos los pies, que pueden resultar más duros.
En una cazuela con abundante agua y sal; los ponemos a cocer aproximadamente 20 minutos. Podéis ir pinchando con un tenedor o con un palillo, en el pié del espárrago para verificar si está tierno.
Envolvemos dos o tres espárragos en unas lonchas de jamón. Cortamos el melón, como más nos guste, y un golpe de salsa, o una piscina. Y, a repetir... hasta que se acabe alguno de los ingredientes... o todos. ;)
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