Facil, que no puede ser más.
1 solomillo
1 pimiento verde
1 tomate
1/2 cebolla
Ajos
Pimienta
Orégano
Harina
Aceite
Si tienes 2 solomillos, pues eso... el doble de todo. Si 3, pues el triple.
En un plato, ponemos un poco de harina, y pasamos los solomillos, hasta dejarlos más o menos como en la foto de abajo.
En una cazuela, que nos quepan bien los solomillos, ponemos 10 cucharadas de aceite.
Ponemos el fuego, por ejemplo, (si el máximo es 10) al 8.
En cuanto notemos que el aceite esta caliente (mil maneras para saber eso. Deja caer una miga de pan, y si se dora rápidamente, ya lo tenemos caliente), ponemos dentro los solomillos y hacemos que se doren.
Habrá que moverlos, darles la vuelta. Esto os puede llevar, de 6 a 8 minutos. si veis que se tuestan muy rápido, bajamos un poco el fuego.
Una vez dorados los solomillos, bajamos el fuego, casi al mínimo (En una escala de 10, al 2 ó 3). Troceamos el pimiento, el tomate, la cebolla; añadimos un puñadito de orégano, dos pellizcos de sal y uno de pimienta molida.
Pelamos dos ajos y los ponemos tambien en la cazuela.
Pasado este tiempo, retiramos los solomillos y los reservamos.
El resto de contenido de la cazuela lo pondremos en la batidora.
Si lo vas a servir inmediatamente, cortamos a filetes los solomillos y los regamos con la salsa.
Si los vamos a guardar para otro momento, no los cortes, reservalos enteros y antes de servirlos calientalos junto con la salsa.
¿Todo claro?
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