Una vez que ya hemos hecho amistad con el pescatero, estamos en condiciones de pedirle un kilo de boquerones; buenos, frescos, grandotes y con todos los adjetivos que se os ocurran en el momento de la compra.
Y digo lo de los adjetivos, porque un segundo después de que ponga el ultimo boqueron en la bascula, con vuestra mejor sonrisa, pero sin pasarse, le diremos eso de... Me los podrás limpiar ¿verdad?.
Si es un buen pescatero, en un "pis pas", te los deja limpísimos. Les quita la cabeza con un movimiento de los dedos, los abre en canal, les saca los "budillos" y ¡zas!, la espina fuera.
Vamos, niquelaos.
No es difícil, pero... No a todo el mundo le gusta.
Primero la cabeza, con cuidado. Después, los abrimos en canal; para acto seguido, quitar la espina central.
Boquerones
Vinagre
Aceite
Sal
Ajo
Son frescos. Y los vamos a comer sin freír, sin cocer; simplemente marinados.
Limpios y bien lavados, los ponemos en un tuper. Los cubrimos de vinagre, y los dejamos ahí, por lo menos, 2 horas. A la nevera.
Puede ocurrir (lo digo por experiencia), que se os olvide que los habéis dejado en ese baño "vinagroso". Mientras no hayan pasado varios meses, semanas o días... tampoco es grave.
Como seguramente sabéis, el maldito Anisakis, tiene especial predilección por la merluza y por los boquerones; así que... una vez embolsado, al congelador y ahí lo dejaremos al menos 48 horas.
Un poquito de sal, aceite, ajo o incluso alguna hierba aromática como el romero, pueden darle un punto perfecto.
NORMATIVA ESPAÑOLA
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